15 de junio: Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez
Con motivo del Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, que se conmemora cada 15 de junio, desde la Comisión de la Psicología del Envejecimiento del Ilustre Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Oriental (COPAO) redactamos este escrito para ayudar en la identificación temprana de posibles conductas de abuso y maltrato que puedan estar sufriendo las personas mayores y, de esta manera, comenzar a ofrecer los recursos institucionales que necesitan para salir de esta situación.
La Declaración de Toronto para la Prevención Global del Maltrato hacia las personas mayores (2002) definió el maltrato hacia éstas como: “La acción única o repetida, o la falta de respuesta apropiada, que ocurre dentro de una relación donde hay una expectativa de confianza y en la que se produzca daño o angustia a una persona mayor.”
Nos encontramos en nuestra sociedad actual que, por desgracia, lo que inicia y mantiene estas conductas de abuso y maltrato hacia las personas mayores es principalmente el concepto de EDADISMO.
El edadismo fue un término acuñado por Robert Butler en la década de los 60 para referirse a los estereotipos y prejuicios existentes en relación a la edad. Las investigaciones sugieren que la discriminación por motivos de edad puede ser ahora incluso más generalizada que el sexismo y el racismo, y tiene graves consecuencias.
Se asume que las personas mayores están en un proceso de decadencia, que se concretaría en una progresiva reducción de sus capacidades físicas y mentales.
La discriminación que sufren las personas por tener una edad avanzada ha sido silenciada y con la invisibilidad se produce un favorecimiento de la vulnerabilidad de las personas mayores.
Algunos ejemplos de circunstancias que nos podemos encontrar que favorecen y perpetúan el edadismo son:
- Barreras de acceso a servicios y recursos.
- Falta de representación de personas mayores en RRSS y otros medios audiovisuales.
- Discriminación laboral.
- Control de las condiciones de vida de las personas mayores de nuestras familias.
- La infantilización y condescendencia…
Este edadismo, en su versión más extrema, puede desembocar en diferentes tipos de maltrato:
- Maltrato físico: es el uso de la fuerza física con el objetivo de dañar la integridad corporal y que son hechas con la intención de provocar dolor, lesión o ambas.
- Maltrato sexual: incluye comportamientos inapropiados (gestos, insinuaciones, exhibiciones), y/o contacto sexual intencionado o consumado de cualquier tipo sin consentimiento (violaciones, tocamientos, acoso...).
- Maltrato psicológico y emocional: actos intencionales que producen malestar mental y/o emocional en la persona y que afectan a su salud psicológica, a la capacidad de decidir, a la pérdida de la autoestima y deterioro de su bienestar.
- Maltrato económico: consiste en el control y limitación de recursos económicos a la persona mayor por no considerarla capaz de gestionar su propio dinero.
- Negligencia: consiste en no atender las necesidades de la persona mayor en sus necesidades básicas de salud, ropa, higiene, alimentación, vivienda, seguridad, confort...
- Abandono de la persona mayor: deserción por parte de la persona (o institución) cuidadora que vigila y custodia de la persona mayor y la desampara voluntariamente.