Día Mundial de la Bicicleta
El Día Mundial de la Bicicleta se conmemora cada 3 de junio, con la finalidad de visibilizar la importancia de un medio de transporte ecológico, saludable y sostenible.
La bicicleta es un excelente medio para la práctica del deporte, y para los desplazamientos diarios, ya que su impacto sobre el medio ambiente es 100% natural, a diferencia del que producen otros vehículos como los coches, las motocicletas y los autobuses. Ir en bici al trabajo, a la universidad, a la compra o a cualquier otro destino y utilizarla como una alternativa al coche es una forma de comprometerse con el medio ambiente tomando una conciencia activamente ecológica, además de ser una actividad que reporta grandes beneficios para la salud.
Sin embargo, en ocasiones puede suponer un peligro. De hecho, el número de accidentes con bicicletas implicadas se ha duplicado en solo siete años, con un incremento del 33 por ciento en cuanto a los heridos. Parte de este problema tiene que ver con la forma en la que los ciclistas se enfrentan a la carretera, es decir, con el factor humano. Las causas comunes de accidentes de bicicletas tienen que ver con el comportamiento de estos usuarios: conducir distraído, no mantener una distancia segura, exceso de velocidad, circular entre carriles sin precaución, cambios peligrosos de carril, girar sin mirar, desconocimiento y/o no respetar las normas ni las señales, consumo de alcohol o de sustancias, falta de conciencia de las consecuencias de un accidente, exceso de confianza, factores cognitivos o emocionales que producen estas consecuencias, etc. Los/as usuarios/as de bicicleta pertenecen, por tanto, a los colectivos más vulnerables respecto a la accidentalidad. Cuando hablamos de cambiar actitudes y comportamientos, hablamos de intervención de la Psicología y en concreto de la Psicología del Tráfico y de la Seguridad.
Las ciudades en la actualidad y su movilidad urbana, por todo lo anteriormente expuesto, tienen que ser foco de atención de la Psicología del Tráfico y la Seguridad dado el incremento de accidentalidad entre los vulnerables. Tiene gran influencia la escasa formación y educación vial inicial o de reciclaje, y por tanto, poca concienciación de los riesgos viales que se asumen, sobre todo, programas donde intervengamos los profesionales de la Psicología, además de otros expertos/as en el tema, de manera multidisciplinar, incidiendo en la prevención e intervención.
Los Planes de Seguridad Vial Urbanos se inscriben en el marco del Tratado de la Unión Europea en el que se establece explícitamente que la política común debe incluir medidas que favorezcan la Seguridad Vial, teniendo también como referente el Libro Blanco sobre la Política Común de los Transportes (1993) que integra las políticas de la UE para la mejora de la Seguridad Vial dentro del contexto global de la política de transporte, inspirada en los principios de movilidad sostenible. El Plan de Acción de un Plan Urbano de Seguridad Vial, marca unos objetivos y propuestas asi como unos ámbitos de actuación. Entre sus muchos objetivos están:
- Fomento de la Educación y Formación en materia de Seguridad Vial
- Fomento de la Coordinación y colaboración en materia de Seguridad Vial entre organismos, asociaciones, empresarios, colectivos, profesionales… y entes locales
- Mejora de la atención y auxilio a las víctimas de accidentes y sus familiares
- Mejora de la Seguridad Vial de los usuarios más vulnerables.
Estos objetivos son comunes a los que tenemos en el área de Psicología del Tráfico y de la Seguridad. También debe haber una buena Coordinación entre Administraciones públicas locales, autonómicas y nacionales para conseguirlos.
La psicología del tráfico y de la seguridad apoya el uso de la bicicleta como medio de transporte saludable, ecológico y sostenible, siempre que sea seguro y responsable, actuando desde la prevención y la intervención.